Detrás de cada gran equipo hay un gran entrenador. No importa cuánto talento haya en la cancha de baloncesto, no importará a menos que esos jugadores tengan el liderazgo de alguien que conozca el juego y sepa cómo utilizar las habilidades de todos. Si está buscando contratar un entrenador de baloncesto, debe asegurarse de que su candidato tenga estas cualidades.
Experto
Si bien el baloncesto es fácil de comprender, para ser entrenador se necesita una comprensión muy especial del juego. Los grandes entrenadores de baloncesto captan cosas que se le escaparían al aficionado medio. Estudian el juego tanto como sea posible para mejorar su comprensión. Sin embargo, no utilizan su inteligencia para intentar parecer superiores. Explican conceptos complejos de una manera que todos pueden digerir fácilmente. Si es necesario aclarar algo, estarán encantados de explicártelo con más detalle.
Emocionalmente inteligente
No toda la inteligencia se puede calificar en una prueba de opción múltiple. Si un entrenador carece de inteligencia emocional, no podrá cumplir con las funciones requeridas por el equipo. Hay tres componentes predictivos de la aptitud conductual de un entrenador que pueden indicarle si será un buen entrenador: actitud, competencia emocional y personalidad . Los entrenadores que se irritan o se impacientan con facilidad no ofrecen nada a sus equipos más que miedo y decepción. Las emociones pueden ser complejas, pero un entrenador necesita saber cómo mantenerlas bajo control. Los entrenadores también pueden servir como un buen ejemplo para sus equipos sobre cómo manejar los momentos difíciles y cómo mostrar respeto mutuo.
Apoyo
El apoyo brindado por un entrenador debería ser más que alentar a los miembros del equipo a jugar bien. Los entrenadores también deberían apoyar a los jugadores ayudándolos a darse cuenta del potencial que tienen como personas. Los entrenadores deben defender a los miembros del equipo que podrían estar pasando por momentos difíciles. Si incluso una persona del equipo no se siente bienvenida, entonces el equipo no podrá alcanzar su máximo potencial. La relación entre un entrenador y el equipo debe ser amigable y al mismo tiempo profesional. Nadie debería recibir un trato preferencial. Cuando un entrenador se mantiene objetivo, puede brindar niveles mucho mayores de apoyo. Los grandes entrenadores sacan lo mejor de sus jugadores y los inspiran a alcanzar mayores alturas. Necesitan poder manejar situaciones estresantes sin perder los estribos. Los entrenadores deben tener en mente los mejores intereses de sus equipos, desde la alineación inicial hasta la gente en el banquillo. No importa cuántos partidos gane un equipo, una de las mayores victorias es tener un entrenador de primer nivel.